Bilingüismo pretencioso

    Me preguntan a menudo porqué escribo en castellano. Siempre me sorprendo de que no lleguen a una conclusión por sí mismos. Porque sé. Lo que no quieren preguntar es porqué no escribo en catalán. También lo hago, pero una vez has elegido el castellano, pasas a ser de esos que no quieren lo suficiente a su país ni a su lengua y escriben en la lengua del Imperio. Pasas a ser parte de Los Otros. Pamplinas,digo yo. Elijo en qué lengua escribo porque soy competente en ambas. Pero no competente de pacotilla, no capaz de traducir del español. Mi lengua materna es el catalán. Lo he hablado en casa, en la escuela, en la universidad. No es que le importe a nadie, pero quiero dejar bien claro que no soy cataloparlante "en escreix", como diría uno que yo me sé.


      Dicho esto, me parece interesante que me hagan esa pregunta. Sé el español suficiente, y el catalán suficiente, y creo que el inglés suficiente, incluso el francés suficiente para escribir algo decente. No le veo problema si no es que lo miramos desde la óptica del bilingüismo pretencioso. Ah, que palabra más engañosa: Bilingüismo. Parece algo bueno, pero luego es algo malo, muy malo. Tan malo, que se defiende en pos del monolingüismo de siempre. Me explico: En Catalunya,hay ciudadanos que piden la escolarización en castellano de sus hijos  -la pública se entiende, porque en la privadas cada uno hace lo que le place. Algunos padres claman al cielo porque sus hijos no tienen derecho a ser escolarizados en castellano, la lengua que eligen ellos. Su bandera es el derecho universal de todo ser humano a estudiar en su lengua materna. Hasta ahí bien. Ojalá pudiera ser siempre así. Pero es que hay un subtítulo, una entradilla. Exigen el derecho a ser escolarizados en su lengua materna,pero no en urdú, ni en árabe, rumano o caló, sino en castellano. Se ve que el derecho universal funciona a veces, es como un intermitente. Y entonces se excusan: "Es que el español es oficial en Espana, el urdú no". Bien, entonces no apelemos a un derecho universal individual, apelemos a los derechos lingüísticos. Las cosas por su nombre. Queremos que nuestros hijos estudien en español porque es oficial en España y tienen derecho a ello. Eso ya es otra cosa. De todos modos, y aunque la lógica de tal argumento es aplastante, también es un tanto demagógico. Hay que abrir mucho la boca para hablar de derechos, y casi siempre entran moscas. En España hay una lengua oficial, en Cataluña hay dos. Por lo tanto, se pretende un sistema en el que segreguemos según el idioma.¿ Es eso lo que quieren?


        El sistema actual, la inmersión lingüística, tiene su razón de ser. Que es la de compensar el falso bilingüismo catalán. En Cataluña sólo hay un tanto por ciento de ciudadanos bilingües: los que hablamos catalán y castellano. Los demás sólo hablan castellano. Es falso por tanto, este bilinguïsmo de pacotilla. La inmersión linguistica está ahí precisamente para que todos hablemos y escribamos -mejor o peor, las dos lenguas. Ese es, por tanto, el objetivo común. ¿ Importa entonces cómo lo hagamos? Parece que sí. Parece que hay censura, odio y repulsa al castellano. Pegamos a los niños en los recreos, ponemos multas a los restaurantes, pedimos traducciones innecesarias en los juicios. Más allá de las barbaridades que corren por ahí, parece que a estos mismos le sorprenda que queramos ser entendidos en nuestra lengua en nuestro propio país. Porque les aseguro que a veces es muy complicado. Es casi imposible ir al cine en catalán, es difícil relacionarse con la administración en catalán, es complicado perdir un "cafè amb llet" y que no te lo traigan "amb gel". Y una larga lista de etcéteras. Por eso nos hace gracia cuando un vallisoletano nos acusa de discriminar el castellano.


        Otra cosa es lo que reflejen los medios de comunación. Una parte ínfima de la realidad, en que a uno no le entienden en castellano en Sant Climent sa cebes, o donde un Camerunés habla un perfecto catalán en dos meses. Lo que no nos enseñan son quienes llevan cuarenta años aquí pero no saben ni pedir el pan. Que alguien me enseñe donde está el bilingüismo aquí. El argumento escondido es: En español porque estamos en España. Es lo que quieren decir. Pero les cuesta, a la vista de la realidad frágil del catalán, usar esos argumentos otra vez. Quieren ser modernos, quieren ser demócratas. Les cuesta entender que en España, se escolarice en catalán. Y los argumentos son los de siempre.