Reciclar

         

          Qué hartita me tienen. Los defensores del pueblo, el progresismo y el izquierdismo de pro no se cansan nunca. Pongámonos en antecedentes: Resulta que Sostres ha escrito un artículo sobre Labordeta. Bueno, no sobre Labordeta porque habla poco de él, pero lo utiliza como centro de su argumento. Nos habla del modelo político de la mochila y la excursión como algo caduco, y de la necesidad de abrirnos a una sociedad menos naturista y más adulta para prosperar como país. Se mofa, con una ironía muy fina, del idealismo comunista, del ídolo cantautor y la granja como alternativa sana de la gran ciudad. Se ríe, como de costumbre, de casi todos, y ahí están los lobos demócratas pidiendo su cabeza.

       Esgrimiendo canciones que huelen a rancio, pretenden juntar demasiadas harinas en un solo costal. Si Labordeta fue un héroe o un pringado no me toca a mí decidirlo, pero le reconozco agallas, temple y sentido del humor. Los tenía muy buen puestos. Se defendió de la caspa, la sobrevivió casi toda y jamás le tembló la voz. Ojalá nuestra clase política aprendiera de su entereza.  


       Pero los tiros no van por ahí. Sostres le nombra para poder jactarse de los eco-bio-socialistas, porque hay motivos sobrados para hacerlo. Tanto reciclaje y tanta mandanga les ha sorbido el seso, y no comprenden que no nos gusten los esplais, ni la vida en el campo, ni la cantimplora sostenible. Existe un carné de joven de izquierdas que te enchufa el pendiente, la cresta y los pantalones cargo, sin preguntar. Sobretodo si eres catalán. Si no pareces paleto hablando en castellano te mirarán mal, y si no vas en bici, no te pasarán la cerveza. Si no ves cine iraní, es que no estás en la onda, y si se te ocurre vestirte como un humano, eres un pijo capitalista. Estos son los que, en las manifestaciones en contra de la guerra de Irak, quemaban el tabaco de marca americana por "colaboracionista" - aunque fuera de Andorra, total, ni se enteraban. Los mismos que van a participar de la huelga general del 29-S, los que se quejan de la tasa de paro, pero lo cobran tan contentos. Los que reclaman el derecho a la vivienda pero lo confunden con el esfuerzo de pagar un alquiler. Los que nos aterran con el calentamiento global, pero se pasan el día fumando porros.  Los que han hecho huelga siempre para todo, ansiando la carga policial, la represalia para salir en la foto. Eso sí, reciclan.


     Los demás seguiremos trabajando, en silencio y con miedo, pensando que la izquierda es algo más que un montón de pies negros sin ganas de nada. Creyendo que nuestro potencial es nuestra mejor arma, y aceptando con la sorna necesaria, artículos como el de Sostres. Porque debemos empezar por reciclarnos a nosotros mismos.